
Mientras el Gobierno nacional busca cumplir con las metas impuestas por el Fondo
Monetario Internacional, avanza con una reforma previsional que modifica la estructura del
sistema jubilatorio y vuelve a poner en riesgo derechos conquistados.
La iniciativa, presentada como un intento de “modernización”, eleva la edad jubilatoria
hasta los 70 años, aumenta los años de aportes de 30 a 35, elimina las moratorias y
reinstala un sistema mixto que devuelve a los privados el manejo de los aportes, en un
esquema similar al de las antiguas AFJP.
“Esta reforma es una transformación regresiva del sistema jubilatorio. Detrás del discurso de
la modernización hay un ajuste que convierte derechos en un negocio para pocos”, afirmó
Soledad Alonso.
El esquema reproduce el modelo privatizador de los años 90. En ese momento, con los
retiros “voluntarios”, miles de personas fueron expulsadas del empleo formal. Intentaron
emprender, pero sin plata para consumo se fundieron. También les subieron la edad
jubilatoria y los aportes requeridos.
Tres décadas después, la historia vuelve a repetirse.
“Así nacieron las primeras moratorias: no como un privilegio, sino como una reparación
frente al abandono que provocó el neoliberalismo”, explicó Alonso.
Con este nuevo proyecto, 9 de cada 10 mujeres y 7 de cada 10 hombres quedarían
nuevamente excluidos del derecho a jubilarse. También se elimina el reconocimiento a las
tareas de cuidado.
Además, el aumento en la edad y los aportes profundiza el taponamiento generacional,
bloqueando el ingreso de jóvenes al trabajo formal.
El panorama para los jubilados ya es crítico. Desde la asunción de Javier Milei, perdieron
cerca del 45% de su poder adquisitivo, en un escenario de vetos a los aumentos y un
bono congelado. Las jubilaciones mínimas ya no cubren los gastos básicos, y el proyecto
del Ejecutivo sólo profundiza ese deterioro.
De aprobarse, los haberes más bajos se equipararían a valores cercanos a la Pensión
Universal para el Adulto Mayor (PUAM), reduciendo la mediana de ingresos y limitando la
protección del sistema previsional.
“Esta reforma va a traer consecuencias directas sobre millones de trabajadores y
trabajadoras. Defender las jubilaciones es defender el futuro del país, nuestro futuro”,
concluyó Alonso.
Nov 14
